IGNACIO LÓPEZ DE ABERSTURI
Biblioteca del Instituto de Enseñanza Secundaria Miguel de Cervantes de Granada, a las 9’25 horas del lunes 1 de Diciembre de 2008. El poeta Ignacio López de Aberasturi, con la puntualidad y el entusiasmo del que actúa por vocación y devoción, recita y explica sus poemas a un nutrido grupo de alumnos, previamente informados y formados, que tratan de captar directamente las urdimbres de la inspiración, las sutilezas de una exquisita expresión, los connotados referentes existenciales..., con que se teje la buena poesía. Aunque se trata de una actividad enmarcada en el Plan de Lectura y Biblioteca, fue programada y apoyada por el claustro de profesores desde el convencimiento de que el encuentro de un autor con unos lectores, que durante cierto tiempo han mantenido un diálogo silencioso, es insustituible para la reflexión y formación de la sensibilidad. El recital pone cara, voz, tono y estilo a nuestro sigiloso interlocutor y posibilita la oportunidad de requerir respuestas a quien tantas preguntas nos ha suscitado. Y eso fue lo que hizo el nutrido grupo de alumnos asistentes, evidenciar sus inquietudes desde preguntas espontáneas referidas a influencias literarias, origen de la vocación poética y lecturas de iniciación, hasta el papel que juega la poesía en un mundo tan mediatizado y poco propicio a la reflexión.
Si, como es el caso, nuestro interlocutor es un poeta, se propicia la ocasión de identificar las emociones, tímidamente atisbadas por el lector y sabiamente inducidas por el autor entre ritmos, cadencias, resonancias, palabras justas y escogidas. Porque la poesía es una escritura de alta tensión emocional, espacial y temporal, capaz de germinar en un receptivo lector todo tipo de emotividades, incluida la estética. Un buen poema es un instante de vida concentrada en frasco pequeño, como el gran perfume, quintaesencia destilada de miradas, palabras, oídos, tactos...
Sabemos que escribir bien es el resultado subsiguiente a un acopio de lecturas selectas, una práctica adecuada y cierta sensibilidad innata o adquirida; y que escribir de manera singular es el logro de quienes, además, son capaces de emocionar al lector. A este grupo pertenecen los poetas de verdad, POETAS con mayúscula, que afrontan el difícil reto que les plantea un mundo moderno insensible, arrogante, embaucador y materialista. Frente a tan poderoso señor, la humildad de un compendio de escasas palabras, sentimientos universales implícitamente insinuados, reflexiones morales, deseadas utopías, gritos silenciosos, equidistancia entre dicha y desdicha, pudor y desahogo, conciencia íntima y colectiva, génesis de sensaciones, sosiego, reflexión...
De todo esto hizo gala nuestro invitado, El POETA Ignacio López de Aberasturi, activo colaborador de talleres de poesía y revistas literarias. Desglosó minuciosamente la amplia gama de matices de su magnífica y selecta obra literaria, recogida, hasta la fecha, en tres libros:
YO NO SÉ CONTAR Desde detrás de la noche Yo no sé contar
(Juan Naveros Sánchez – Coordinador del Plan de Lectura y Biblioteca del I.E.S. Miguel de Cervantes). |